En primer lugar, debe llevar a cabo la correcta identificación del recién nacido, recogiendo sus datos tales como: nombre, sexo, número de cuna, fecha de nacimiento, número de historia clínica y peso.
Por otro lado, es esencial conocer el estado en el que se encuentra el bebé por lo que será necesario que el enfermero se encargue de tomar las constantes entre las cuales están la temperatura, la frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria, saturación, niveles de glucemia y tensión arterial.
Además, hay que llevar un control de la medicación, los horarios en los que se le deben administrar, así como las cantidades necesarias. Y observar que las pérdidas por diuresis, vómitos o heces sean las correctas.
Por último, durante la estancia del neonato en el hospital, el enfermero también deberá encargarse de los cuidados físicos básicos. Entre ellos podemos diferenciar el cuidado del cordón umbilical, el lavado de ojos, llevar a cabo cambios posturales y la identificación con pulseras identificativas.